martes, 8 de mayo de 2012

“CRÓNICAS MARCIANAS”, DE RAY BRADBURY

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Ray Bradbury, el autor, en 1975






Crónicas marcianas
Subgénero
Edición original en inglés (1945)
Título original
The Martian Chronicles
Doubleday & Company
Ubicación
Edición traducida al español (1950)
Francisco Abelenda
Ed. Minotauro
Ubicación

Páginas
226


















En la biblioteca del centro divulgamos estos días la literatura de ciencia-ficción.  Este es el motivo por el que me animé a tomar en préstamo una de las obras disponibles, “Crónicas marcianas”, de Ray Bradbury.  Como se suele decir, hace tiempo que “le tenía ganas”, pero no ha sido hasta ahora, cuando he tenido la obra a mano, cuando la he podido leer.  A veces es así de simple:  se puede ser un gran lector, o sólo “un lector de ocasión”, que agarra lo que le coge más a mano.  En ambos casos se puede llegar a disfrutar leyendo un buen libro.  Y ese ha sido el caso, para mí, del que comento.

He de decir que, al principio, me sorprendió, me decepcionó más bien…:  esperaba una obra documentada y sesuda sobre una futura colonización a Marte…  y me encontré casi una caricatura de lo que podría ser.  Si no dejé el libro en las primeras páginas, fue por otra costumbre que tenemos algunos lectores:  acabar lo que empezamos, por muy árido que nos resulte.  Es lo que, sin muchos alardes de imaginación, llamaremos “un lector cabezota” (porque un lector empedernido es otra cosa).

Y menos mal:  el lenguaje cautivador que Bradbury se va desplegando desde el principio, en un “crescendo” de sensaciones, y te va sumergiendo en su particular mundo marciano.  Ese lenguaje es el que te envuelve, como una de esas famosas neblinas que abundan en el libro, todas ellas originales, sugerentes, imprevisibles…

Ayuda mucho en la lectura del libro su estructura:  una serie de “estampas” marcianas, ante las que uno espera encontrar, de un momento a otro, la conexión;  intentando recordar los nombres de los personajes, para recordarlos luego, cuando vuelvan a aparecer…  Pero esta circunstancia –para tu tranquilidad, querido lector que te animas a leerla por ti mismo- apenas ocurre.  Es un libro escrito para disfrutar cada escena, a veces sobrecogido –como ante los mejores relatos de Allan Poe-, otras viéndote sorprendido por una sonrisa tonta en la cara.

El libro me ha dejado sumido en un cierto estado de “sobrecogimiento amable”, una especie de “inquieta paz” ante el contraste brutal entre las soledades y delicadezas de Marte y la confusión humana, “terrestre” más bien...  Como muestra, un botón:  un pasaje magistral, enternecedor y estremecedor a la vez, donde uno de los misteriosos habitantes del planeta pagará las consecuencias de sus desvelos porque alcancemos nuestros más anhelados sueños… Menos mal que, al final –y no cuento el final, claro-, queda un cierto sabor a esperanza.

Por cierto:  la presente obra de Bradbury es un alegato fortísimo por el ecologismo, a la vez que una descripción descarnada de los excesos de nuestro tiempo.  Con un lenguaje digno de gran literatura.  No, no, que no:  no es una novela de marcianitos, es un gran libro, merece un gran respeto.  A mi modesto entender, claro.

Para terminar, una advertencia amigos:  cuidado con los marcianos… están más cerca de lo que crees...  Que lo disfrutes.

(Juan A. - profesor)

1 comentario:

  1. Quizás le eche una ojeada al libro, no voy a dejar que el título tome la decisión, las apariencias engañan, además como dice el refranero, ''No escojas un libro por su portada'', así que a los que estén leyendo mi comentario, os animo ha averiguar de que trata este libro para comenzar a leérselo o no, y que no solo por este, si no por otros que a largo plazo, queráis escoger.

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